martes, 6 de noviembre de 2012

Artículo Cyber









Vicente Nevárez Rojas

Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre (Paulo Freire).

Con fecha 15-05-2012, envié al diario EL TELEGRAFO un artículo titulado: “Complejidades del turismo y la recreación” que no ha merecido ser tomado en cuenta igual como  ha ocurrido con los enviados últimamente.
El artículo de la referencia es una observación -con la mejor de las intenciones- al manejo turístico del Gobierno que, el mencionado rotativo, ajeno a un trato ajustado a su magnitud, no repara sobre lo que acaece en este sector -con los peligros que subyacen- y por eso ni deplora ni está para “mortificar” a quienes dirigen el turismo.
El turismo, en el marco del desarrollo del país, no se aprecia con el mismo vigor de otros frentes, cuyos beneficios en el orden social y económico se perciben claramente definidos.
Poblaciones del campo de la Costa y Sierra ecuatorianas, por ejemplo, sufre, su medio ambiente, un desgaste permanente y progresivo a causa de una irracional comercialización del turismo –desde el comunitario hasta el empresarial- que, lejos de acabar con las restricciones con las que viven, las acentúan.
La importancia que el diario EL TELEGRAFO le da al turismo, esta expresada en palabras de su propio columnista Guido Calderón, quien manifiesta con extremada preocupación, la carencia de una profesional información periodística en el ámbito del turismo y, hace hincapié, en  que hay una promoción que sólo muestra lo obvio y lo cotidiano que, es a mi entender, un uso propagandístico y publicitario involuntario e irreflexivo a falta de estar creadas las condiciones que haga posible enfrentar a un consumidor generalmente desprejuiciado y poco leal al producto en sí.
No hay información con puntualizaciones que puedan contribuir a su desarrollo. Se refieren tan sólo a ideas difusas fuera de contexto o recomendaciones que no concuerdan con formatos técnicos que integren componentes sociales, culturales, físicos, espaciales, tecnológicos y económicos -y los subcomponentes de educación y salud de manera específica- conforme son los actuales conceptos que se consideran en la estructura del turismo, para crear, un razonable crecimiento y desarrollo de las actividades turísticas que es lo que importa en definitiva.
Creo tener una postura racional que lejos de mortificar al gobierno, lo ayuda en el rol de lo que precisamente reclama continuamente el Presidente: hacer las cosas bien al menor costo; en el menor tiempo posible, pero por sobre todo, que sirva.
Una defensa inmoderada al proceso revolucionario que vivimos, sólo le hará un flaco favor. Es  preferible molestar con la verdad, porque ésta enaltece y guía, mas el adulo, envilece y ciega.
Puede el diario tener muchas contribuciones, pero bien sabemos que hay contribuciones y hay contribuciones, incluidas las mías, y si bien es cierto cuento con un muy apreciable número de lectores internautas de los que recibo más de una satisfacción, siempre será importante que el medio público sea el referente de crédito de la información.
Ignacio Ramonet muy sabiamente ha señalado: que el mundo está pasando “de los medios de masa a la masa de medios”, en donde cada ciudadano se convierte en un generador de información a través de las redes sociales y otros mecanismos tecnológicos (Tomado del diario EL TELEGRAFO).
Un medio público como el TELEGRAFO, decano de la prensa nacional, -permítaseme sugerir- debe poner ejemplo de participación -con algo de creatividad- generando espacios diferenciados, permanentes y suficientes, tanto para cartas, como para columnistas invitados.
Tan loable es la publicación de las contribuciones recibidas, como censurable es “dejar en el limbo” sin merecer respuesta lo que no se publica, aunque por excepción, el respeto al derecho a la libertad de expresión -en ciertos casos-, se ejerza con aplicación al derecho a la libertad de prensa. 
Artículos socio-políticos del mismo autor:

Para diario EL TELEGRAFO













Vicente Nevárez Rojas

PUEBLOS Y ARTESANÍAS
Las comunidades campesinas han permanecido sin oportunidades de desarrollo como consecuencia de una administración política pública y privada que, no ha incorporado en sus agendas, su participación con proposiciones y asunción de responsabilidades en las iniciativas habidas.
Son pueblos que han sido abandonados a su suerte por gobiernos anteriores, sin estímulos, y sin la posibilidad de ser tomados en cuenta desde la expectativa de sus potencialidades; sus habilidades y aptitudes, así como de su ingenio, voluntad y esfuerzo en el desempeño de tareas productivas que debe incluir al turismo explotado con serias limitaciones en entornos geográficos hermosos y diversos.
Si las iniciativas cualesquiera que fueren parten de anhelos declarados en un escenario de responsabilidades compartidas con entidades públicas o privadas, surgiría, en estas áreas, actividades económicas diversas ajustadas a su realidad que, se irán incorporando, en la medida que se vaya haciendo obvio su sostenimiento.
Las artesanías, por ejemplo, trabajadas por estos habitantes es, en el sector turístico, uno de los atractivos más significativos que, en el marco de proyectos integrales, tendrían, por peso propio, la capacidad de desarrollar económicamente y de manera sostenida a colectividades que han vivido postergadas.
La aptitud del artesano es un valor agregado que debe ser seriamente considerado; una pieza artesanal debe conducir al turista a la recreación que conceden las habilidades de sus creadores, pero en ambientes que cumplan con mínimos requisitos de comodidad y presentación.
Es importante destacar que las artesanías, en el contexto antropológico/arqueológico, son expresiones culturales que dan cuenta de costumbres que históricamente nos muestran la evolución y progreso del hombre a través de los tiempos; arte manual que existe aún, por el hábito ancestralmente heredado que mantienen habitantes en sus comunidades.
Pero estas expresiones culturales, entre las diversas categorías de atractivos turísticos, es la mejor contribución para relacionar al visitante con el medio. Conocer y recrearse con procesos hábilmente desarrollado por hombres y mujeres dedicados a estos oficios, es en verdad, una de las más estimulantes experiencias para embeleso de quienes asisten a estos lugares.
La identidad de determinadas comunidades suelen estar relacionadas con la sus antepasados. Sus costumbres al permanecer en el tiempo y por siempre, las define culturalmente diferente de otros pueblos existentes en el mundo y, sus acentuadas características, nos conduce a interesarnos y protegerlas como patrimonios culturales e ir al descubrimiento y permanente investigación de la aparición del hombres sobre el planeta y su transitar a través de las edades.
El turista puede comprometer su tiempo de estancia siempre que cuente con el aporte humano que le entregue para su disfrute conocimientos del lugar, aporte que supone gentes de comunidades debidamente capacitadas para estos fines.
“Entre el tiempo sin tiempo del museo y el tiempo acelerado de la técnica, la artesanía es el latido del tiempo humano”. (Octavio Paz)
Artículos socio-políticos del mismo autor en: