Vicente Nevárez
Rojas
Columnista invitado*
Feriado costero
Mientras estamos
procurando hacer del perfil costero de las provincias de Guayas y Santa Elena
polos de desarrollos turísticos de primer orden, tropezamos con el gran
inconveniente y aparente insalvable problema que causa la gran cantidad de
visitantes que, al no ser necesariamente consumidores de servicios, en algunas
localidades que visitan, las impactan como consecuencia de la basura y la falta
de servicios sanitarios, a lo que se agrega el estacionamiento de vehículos,
buses en su mayoría, en sus estrechas calles.
Siendo la recreación y
el turismo un derecho de todos, estimo necesario buscar un equilibrio
oferta/demanda bajo alguna persuasión que invite a estos huéspedes a consumir
en esas localidades sin que se perturbe su economía, sobre todo a quienes
llegan en buses en los conocidos tours de fines de semana y feriados.
Considerar, acaso,
terrenos que eventualmente pueden
estar subutilizados o simplemente sin uso o, quizás, no tienen el mar y su
playa condiciones para el esparcimiento.
Así podríamos alojar no
solo a la masiva concurrencia que por ahora llegan a estos lugares, sino que,
además, se aprovecharía para crear servicios con atención de calidad con
independencia del nivel de ingreso de los usuarios; de contenido diverso para
satisfacer todos los gustos y exigencias.
Casi siempre, la Administración
Pública y los diseñadores especializados en espacios para el turismo tienen la
compulsiva emoción de acudir con sus ideas al reacondicionamiento del malecón u
orilla de mar de los pueblos costeros. En estos diseños, como es costumbre, no
se consulta vinculación alguna con el resto del poblado.
Es una actitud marginal
y excluyente que termina por estropear las escasas posibilidades que tiene una
comunidad para crecer de manera racional, atendiendo al visitante turista,
haciendo posible un sistema turístico con
capacidad de dar cobertura de servicio a todo atractivo que en un territorio
dado se encuentre, masificando el esparcimiento y la recreación bajo el
concepto cuantitativo; cuidando los límites de admisibilidad, sería lo correcto
para permitir que el mayor número de personas acceda y pueda en la diversidad
encontrar un poco de equilibrio en sus vidas.
La Administración
Pública, en sus diferentes niveles de gestión, apuesta con sus ideas en favor
de los balnearios del perfil costero de la provincia en una saludable
competencia, pero preocupante, porque puede dar lugar al establecimiento de
componentes desagregados, mientras el ente rector del turismo está ausente y
sin un marco al que deban referirse todos los posibles actores.
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lunes, 5 de noviembre de 2012
Publicado por diario EL TELEGRAFO jueves 03 -11- 11
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