Vicente
Nevárez Rojas
Tiempo de descanso y recreación
Desde que el hombre llegó a la
conclusión de que en el trabajo se fundamentaba su supervivencia, creo al
descanso, en correspondencia, para
reponer fuerza o distender su mente de emociones o agotamiento intelectual
habidos en una determinada jornada.
Pero el derecho al ocio como idea
asociada por oposición al trabajo, nos conduce a diferenciar el tiempo para el
descanso de aquel que fortalece cuerpo y espíritu en el ámbito de la
recreación: dimensión esencial del ser humano.
El hombre urbano en contraposición
al hombre rural, es quien mejor manifiesta la necesidad de disponer de tiempo
liberado de las obligaciones diarias e inflexibles a las que se encuentra
irremediablemente sometido pues, trabajar, estudiar y transportarse, entre las
prevalecientes, son consustanciales a su existencia citadina.
Siempre nos preguntaremos si es
verdad que el tiempo libre a disposición del individuo se ejerce a plenitud o
lo usa éste como mejor se le antoje. Los propósitos que pudiera tener son
frenados frente a la realidad de contar con un ingreso que sólo permite costear
las necesidades básicas que no da margen para gastar en recreación y, menos
aún, en turismo.
Si el
crecimiento económico de los sectores populares es la vía que conduce a mejorar
sus condiciones de vida, debemos coincidir que, uno de esos ascensos al
bienestar, es la recreación y el turismo.
Y en
nuestro país, igual como acontece casi en toda América Latina, se ha evidenciado,
históricamente, una carencia acentuada de espacios recreacionales y destinos
turísticos, al margen de penurias degradantes, que den cabida a la gran
población de bajos ingresos que tiene por oposición la presencia de una
prestación de servicios destinada al turismo y recreación de medianos y altos
ingresos.
Algunos
tratadistas sobre turismo coinciden en afirmar que si queremos impulsar al
turismo social desde la expectativa de los estratos populares, se debe, en
primer lugar, elevar su concepto a un rango igual al de la seguridad, salud o
educación pública, porque sólo así es posible adelantar planes y políticas que
permitan la construcción de plantas especiales bajo un concepto administrativo
distinto al los establecimientos con fines comerciales.
Sin tener que profundizar mayormente en este tema, sólo debemos ir al
análisis de todas las variables de consumo que armonice la relación oferta/demanda
de los diferentes colectivos en beneficio de servidores y consumidores. Es una
cuestión que tímidamente se la ha considerado y, siendo una realidad que, al
estar siempre presente, sólo alentará el desorden con el consecuente peligro de
desbordarse de manera irreversible.
Julia C. Gerlero, Magister en Teorías y Políticas de la Recreación de
la Facultad de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina,
cuando se refiere a la “Recreación como derecho constitucional en América
Latina”, manifiesta que ésta se merece “un estudio para reflexionar sobre su
alcance”.
Artículos socio-políticos del mismo autor en:
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